domingo, 29 de abril de 2012

Cultura y contracultura



Cultura y contracultura
Yajaira Cabrita
Los hombres se organizan en los espacios que habitan para desarrollar e intercambiar su memoria colectiva, desde ahí se rigen a partir de conductas que llegan a dominar las relaciones entre quienes componen estos grupos sociales y su interrelación con el medio ambiente; esto lo conocemos como “cultura”.
La cultura establece parámetros, dibuja la sociedad en la que viven y crecen los seres humanos; en ella se encuentran los principios y valores, la misma se va modificando con el aprendizaje a través del ensayo y error, medio, por el cual se fortalecen nuestras conductas. Al igual que el código genético tiene la imperiosa necesidad de modificarse. Ella integra a los grupos sociales, creando el sentido de pertenencia, en otras palabras, hace posible el amor por lo que somos y representamos.
En los países sub desarrollados, el ciudadano corriente cree que la cultura es, y debe seguir siendo un producto exquisito sazón espiritual que crean seres privilegiados” cito a Ludovico Silva, (La plusvalía de la ideología). Es en este punto, donde la cultura se presenta ajena a las masas, la importancia de la contracultura va más allá de las bellas artes, porque en sí, ella representa la esencia de las expresiones humanas sin importar las formas o el medio que utiliza para hacerlo, también son viva voz de los pueblos.
Es entonces, cuando la “contracultura” aparece en la sociedad y rompe con los parámetros establecidos. Ella representa a un grupo de personas que se encuentran al margen de la cultura elitista, una cultura que no comparten, una cultura que los margina y los excluye. Es así como se crean nuevas manifestaciones culturales opuestas a las aceptadas.
El tiempo va tallando la contracultura y su producto es absorbido por el sistema cultural. El “Rock y el Jazz” son algunas de las muchas manifestaciones y expresiones que pudiéramos traer como ejemplo. El “Jazz” desarrollado al sur de los Estados Unidos, por los afrodescendientes; a pesar de su origen europeo, en sus comienzos era repudiado en la sociedad norteamericana, como hoy en día lo es el reggaeton, ya que su ritmo no respondía a la estética de las bellas artes; por supuesto representaba en su momento a una clase marginada,” los afrodescendientes.”
Estas ideas retrogradas de sociedades segregacionistas fueron vencidas por la belleza de un “swing”. El tiempo permitió la fusión del “jazz” con otros ritmos, de esta manera surgieron nuevas formas de relaciones interculturales; dando un aporte significativo a las ya existentes. Es difícil comparar el “Jazz” con el reggaetón, pero su origen es muy similar. El “reggaetón” hace tiempo forma parte de nuevas expresiones musicales y aunque… no quiero “reggaetton” debo decir, vino para quedarse…según el músico Jonathan Wenklar, llegará el tiempo en que nuestros niños irán a los talleres de “perreos” dictados por las Casas de la Cultura. “Cualquier cosa es posible”…
Yajaira Cabrita
rosadeneon@yahoo.com.mx

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