domingo, 6 de mayo de 2012

Antonio Porchia (1885-1968)


      Antonio Porchia 1885-1968

Su poesía se caracterizó por ser una breve sentencia.


*(/.../)

Situado en alguna
nebulosa lejana hago lo que hago,
para que el universal equilibrio de
que soy parte no pierda el equilibrio.

#

Quien ha visto vaciarse todo,
casi sabe
de qué se llena todo.
#
Antes de recorrer mi camino
yo era mi camino.
#
Mi primer mundo lo hallé todo
en mi escaso pan.
#
Mi padre, al irse, regaló medio siglo
a mi niñez.

#
Las pequeñeces no son lo eterno,
y lo demás, todo lo demás,
lo breve, lo muy breve.
#
Sin esa tonta vanidad que es el
mostrarnos
y que es de todos y de todo,
no veríamos nada y no existiría nada.
#

La verdad tiene muy pocos amigos
y los muy pocos amigos que tiene
son suicidas.
#

Trátame como debes tratarme, no
como merezco ser tratado.
#

El hombre no va a ninguna parte.
Todo viene al hombre, como el mañana.
#

Quien me tiene de un hilo no es
fuerte; lo fuerte es el hilo.
#

Un poco de ingenuidad
nunca se aparta de mí.
Y es ella la que me protege.
#

Se me abre una puerta, entro
y me hallo con cien puertas cerradas.
#
Mi pobreza no es total: falto yo.
#

Si no levantas los ojos, creerás que
eres el punto más alto.
#

No hallé como quien ser, en ninguno.
Y me quedé, así: como ninguno.
#

El mal de no creer es creer un poco.
#

Sé que no tienes nada. Por ello
te pido todo. Para que tengas todo.
#
Vengo de morirme, no de haber
nacido. De haber nacido me voy.
#

Dios mío, casi no he creído nunca
en tí, pero siempre te he amado.
#
Si yo fuese como una roca y no
como una nube, mi pensar, que es
como el viento, me abandonaría.
#

Quien perdona todo ha debido
perdonarse todo.
#
Me hicieron de cien años algunos
minutos que se quedaron conmigo,
no cien años.
#

Se vive con la esperanza de llegar
a ser un recuerdo.
#

Casi no he tocado el barro y soy
de barro.
#

Creo que son los males del alma,
el alma. Porque el alma que se cura
de sus males, muere.
#

El hombre habla de todo y habla
de todo como si el conocimiento de
todo estuviese todo en él.
#

Una cosa sana no respira.
#

Mucho de lo que he dejado de hacer
en mí, sigue haciéndose en mí,
solo.
#

Sí, están equivocados, porque no
saben. Y si supieran... Nada.
Ni estarían equivocados.
#
Todo es como los ríos, obra
de las pendientes.
#
El universo no constituye un orden
total. Falta la adhesión del hombre.
#

Creo que nos habitamos unos a
otros, pero no habitados. Porque
nob podríamos habitarnos unos a otros,
habitados.
#

Durmiendo sueño lo que despierto
sueño. Y mi soñar es contínuo.
#

Las alturas guían, pero en las alturas.

#

Han dejado de engañarte, no
de quererte. Y te parece
que han dejado de quererte.
#

A veces estoy como en un infierno
y no me lamento. No encuentro
de qué lamentarme.
#

Un rayo de luz borró tu nombre.
No sé más quién eres.
#

Cuando me conformo con nada
es cuando me conformo de todo.
#

Mis ojos, por haber sido puentes,
son abismos.
#

Y sin ese repetirse eternamente de
todo, de sí mismo a sí mismo, a cada
instante, todo duraría un instante.
Hasta la misma eternidad duraría un
instante.
#

El hombre, cuando es solamente
lo que parece ser el hombre, casi no
es nada.
#

Sí, es entrando en todo
como voy saliendo de todo.
#

Hallarás la distancia
que te separa de ellos,
uniéndote a ellos.
#

Cien hombres, juntos, son la
centésima parte de un hombre.
#
.0.


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